La clave para que tu bronceado luzca natural es considerar todos los puntos en los que el sol normalmente tocaría tu piel: la parte superior de la frente, el puente de la nariz y la línea de la mandíbula.
Paso 1
Primero, crea las luces. Usa tu iluminador con una brocha para trazar una "E" al revés en un lado de tu rostro, empezando justo arriba del borde interno de la ceja. Desliza la brocha a lo largo del puente interno de la nariz para crear el primer arco de la "E" justo debajo del ojo. Después regresa la línea hacia la nariz y completa el segundo arco llevándola hacia abajo de la mejilla, suavizando así las líneas alrededor de la boca. Mezcla bien con las puntas de tus dedos.
Paso 2
Ahora perfila. Con tu polvo bronceador, crea una "E" empezando arriba de la ceja y yendo hacia la línea del cabello, bajando por la sien, debajo del pómulo y a lo largo de la línea de la mandíbula.
Paso 3
Repite los pasos en el lado opuesto del rostro.
